Su rostro se alzaba en mi pensamiento:
- Sabes dónde está? - me pregunté.
- Creo que sí - murmuró una voz que apenas reconoci como mi propia voz.
Y entonces segui el camiño hasta el puente viejo
Lo atravesé
Sin mirar atrás
Bajo las estrellas
Y en la noche inmensa
sigo y le digo adíos
[Road to 40]
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